Elogio del elogio

Acabo de leer Elogio de la Lentitud, de Carl Honoré. El título ya es elocuente: se trata de una investigación que apunta a describir el incipiente y minoritario Movimiento Slow sobre todo en Europa y Estados Unidos. La idea es desacelerar cada vez que se pueda. La cuestión no pasa por proponer un planeta de nerds que niegan la tecnología, el progreso y un mundo que funciona las 24 horas, sino hacer las cosas según el tiempo que ameriten. Correr cuando haga falta, ir despacio cuando haga falta. Una vida donde no haya que embutir 5 cosas diferentes para hacer en una hora. O miras tele o comes. O lees el diario o miras tele. O jugas con los chicos o escribis en la computadora. Eso simplemente
Es una cuerda que suena distinto. A veces le falta rigor, pero me quedo con un par de perlitas:
-Según el diccionario, lento es aquel que no es rápido. ¿Que descripción es esa? El lento, según la misma definición, es aquel al que le faltan luces, no resuelve con velocidad, lo cual no está en si mismo mal. La velocidad per se es considerada un valor.
-Si uno no respeta la onda verde cuando va en auto y sube de los 45 kms reglamentarios en una ciudad, lo que se gana al final del trayecto son no más de 30 segundos hasta que un nuevo semaforo nos detenga. Una boludez, pero que demuestra que aminorar la marcha no nos hace perder tanto.
Ah, lo leí rápido.