Elvis Presley, entre el rock y el plop!
Cada tanto se cumplen 30 años de la muerte de alguien. Y por este agosto le cayó a Elvis Presley. Treinta años de la muerte de una personalidad es el primer número realmente alejado de la fecha de su partida y que permite evaluar la importancia real que tuvo en vida. Diez años es poco tiempo; veinte años sabemos que no son nada y treinta ya lucen con peso propio como para degustar la calidad del mito.
Elvis Presley ingresó a mi vida con su muerte. Yo tenía 12 años y no sabía nada de él, aunque si sabía de Los Beatles, los Rolling Stones y otras expresiones musicales. Ese conocimiento no me parece casual. Elvis, para mí, fue noticia, sencillamente porque había muerto a una edad en que la gente todavía normalmente vive y su muerte correspondía a lo que se supone debe ser una muerte del rock: gordo, entregado al alcohol, a las pastillas para adelgazar y a cualquier otra droga en forma de pastillas.
Elvis es para mí un personaje raro y a la vez lo tengo todo muy claro: no encuentro hoy su legado musical. Sé perfectamente que fue uno de los engranajes indispensables para que el rock and roll tuviera su segundo envión en Estados Unidos. Digo rock and roll, porque no es lo mismo que rock. Sin embargo se me ocurre que hizo un tipo de música que solamente tiene fanáticos y no oyentes.
Con Elvis Presley no hay término medio. Quienes lo escuchan son aquellos que practican el fanatismo militante, la afinidad hacedora de aquellos que van a convenciones, se visten como él o usan esas patillas que luego pasaron a ser propiedad de los mafiosos italianos de Long Island. Son aquellos que peregrinan hacia su mansión-museo y que aseguran que sigue vivo, lo que corresponde a su conformación del mito: Elvis era de esas celebridades que cuánto menos observadas eran, más deseadas eran. La celebridad de hoy se muestra. La de antes se ocultaba.
Salvo ese tipo de fanáticos, entonces, me resulta imposible encontrar a alguien de a pie que diga que escucha a Elvis Presley.
No creo tener ningún CD suyo. No recuerdo haber ido en el auto de nadie que ponga su música en el auto y apuesto a que está en pocos reproductores de mp3.
Revivido por alguna mezcla de DJ´s, super explotado gracias a la tecnología que le permite salir de gira con su ex banda, Elvis Presley vale más como un muerto que fue noticia por su forma de morir. Sin embargo cuando veo sus imagenes vivo, en un concierto o llegando a algún lugar y siendo recibido por multitudes, me genera respeto. Creo encontrar una medida de su dimensión y de la marcada decadencia en ese lugar importante que todavía ocupaba. Lo que me sucede es que veo en su muerte sólo mito, poca música. Ninguna descendencia a excepción de sus fanáticos que para valorar su arte precisan creer ( y hacernos creer) que Elvis Presley sigue vivo. Si eso sucede es porque algo no ha trascendido.
Remix de A Little Less Conversation
Elvis Presley en imagenes televisivas poco antes de morir
Elvis Presley ingresó a mi vida con su muerte. Yo tenía 12 años y no sabía nada de él, aunque si sabía de Los Beatles, los Rolling Stones y otras expresiones musicales. Ese conocimiento no me parece casual. Elvis, para mí, fue noticia, sencillamente porque había muerto a una edad en que la gente todavía normalmente vive y su muerte correspondía a lo que se supone debe ser una muerte del rock: gordo, entregado al alcohol, a las pastillas para adelgazar y a cualquier otra droga en forma de pastillas.
Elvis es para mí un personaje raro y a la vez lo tengo todo muy claro: no encuentro hoy su legado musical. Sé perfectamente que fue uno de los engranajes indispensables para que el rock and roll tuviera su segundo envión en Estados Unidos. Digo rock and roll, porque no es lo mismo que rock. Sin embargo se me ocurre que hizo un tipo de música que solamente tiene fanáticos y no oyentes.
Con Elvis Presley no hay término medio. Quienes lo escuchan son aquellos que practican el fanatismo militante, la afinidad hacedora de aquellos que van a convenciones, se visten como él o usan esas patillas que luego pasaron a ser propiedad de los mafiosos italianos de Long Island. Son aquellos que peregrinan hacia su mansión-museo y que aseguran que sigue vivo, lo que corresponde a su conformación del mito: Elvis era de esas celebridades que cuánto menos observadas eran, más deseadas eran. La celebridad de hoy se muestra. La de antes se ocultaba.
Salvo ese tipo de fanáticos, entonces, me resulta imposible encontrar a alguien de a pie que diga que escucha a Elvis Presley.
No creo tener ningún CD suyo. No recuerdo haber ido en el auto de nadie que ponga su música en el auto y apuesto a que está en pocos reproductores de mp3.
Revivido por alguna mezcla de DJ´s, super explotado gracias a la tecnología que le permite salir de gira con su ex banda, Elvis Presley vale más como un muerto que fue noticia por su forma de morir. Sin embargo cuando veo sus imagenes vivo, en un concierto o llegando a algún lugar y siendo recibido por multitudes, me genera respeto. Creo encontrar una medida de su dimensión y de la marcada decadencia en ese lugar importante que todavía ocupaba. Lo que me sucede es que veo en su muerte sólo mito, poca música. Ninguna descendencia a excepción de sus fanáticos que para valorar su arte precisan creer ( y hacernos creer) que Elvis Presley sigue vivo. Si eso sucede es porque algo no ha trascendido.
Remix de A Little Less Conversation
Elvis Presley en imagenes televisivas poco antes de morir
6 Comments:
Hola, no se si entendi bien lo que quisiste decir.
Pero..a ver..
"Luca vive", "Gardel cada día canta mejor" son también frases hechas por fanáticos que, asi como los de Elvis, no creo q necesiten de esa frase para valorar el valor (valga la redundancia) que sus ídolos musicales tienen, ni creo que nos quieran hacer creer algo. Simplemente lo sienten asi. Pienso que ellos asi lo sienten!!
Yo conocí a Elvis a los 15 años, dos antes de q falleciera. Y lo conocí por un amigo que era fanático. Yo no escuchaba esa música, ni se escuchaba en mi casa. La muerte de Elvis pasó sin pena ni gloria por mi vida. No recuerdo que me haya golpeado de manera especial.
Pero hoy en día tengo CDs de Elvis, escucho su música y realmente me gusta. Y te puedo nombrar algunas personas mas que también lo tienen como uno de nsus cantantes preferidos.
Elvis marcó una época, y dejó la huella que dejan los grandes nomás. La prueba está que se sigue hablando de el, y se siguen escuchando sus canciones.
Lamento que haya tenido un final poco feliz, pero bueno, suele pasar que la fama a veces es inmanejable, y uno termine con la fama puesta de sombrero. Malos consejos, malas compañías, obesidad, drogas, etc producen eso. Aquí, en Argentina, tenemos algún ejemplo de lo mismo. Y esto debería servir, sino para otra cosa, para saber lo que no hay que hacer.
Sandro no hizo escuela con Elvis? Yo creo que si, sus movimientos se parecen al menos, su estilo en algunas canciones también.
A mi me gusta la época de esplendor de Elvis, solo me da pena que no haya tenido cerca a nadie que lo quiera lo suficiente como para decirle: "Flaco, en este estado no podés salir a cantar" (viendo el ultimo video que posteaste) Pero bueno, también lo entiendo. Cuesta mucho bajarse del carro de la fama, pues vuela muy alto, y es dolorosa la caída.
Pero me parece que esa no es razon para decir que Elvis no ha trascendido.
Qué se yo, es al menos, mi opinión!!
Saluditos pa vos
Si todavía está vivo es un milagro y probablemente no estaría más expresivo que un potus
Su música sí trascendió. No ningunees a Sandro.
El remix la rompe. Es tan bueno que no tiene tetas y culos todo el tiempo.
Se lo ve tan excedido, de todos los excesos, como Britney.
Esa personificación que hacen con los muertos es tan siniestra...
Si de acuerdo.... no se donde ponerlo en que parte del mapa musical y sinceramente escucharlo me aburre.... pero todo bien con Elvis
Hola Marcelo, quiero enviarte algo por e-mail que quizás te interese para Medioblog. En caso que te sea posible enviame un e-mail a tirsogb@gmail.com y te lo mando.
Gracias,Tirso
Sí, sí y sí. Tus últimas dos frases son geniales.
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