Momentos y lugares en los que nunca estuve
Hace unos días me encontré circunstancialmente con un compañero de la escuela primaria. No fue por tener algún tipo de afinidad mantenida durante, al menos, 30 años sino por cuestiones profesionales que nos hizo coincidir en tiempo y espacio. Admito que el encuentro existió, pero lo que definitivamente no pasó nunca fue que yo me haya tirado andando en bicicleta por bajadas en la Av. Gral Paz, por la Av. América, tal como mi ex compañero de colegio me describió. Son sitios que conozco a la perfección, pero que no frecuentaba en bici en esos tiempos.
Años atrás me pasó algo similar con un amigo de la infancia transformado en conocido en edad adulta. Me habló de mi fanatismo por la Fórmula Uno cuando yo era pequeño y si bien puedo confesar que me gustaba la especialidad, yo no era la persona que el recordaba porque la descripción no coincidía con mis gustos de entonces.
Es raro cuando uno forma parte de recuerdos de otros en lugares en los que nunca estuvo o con hábitos que nunca cultivó.
Recuerdo cuando era chico que había otro chico al que no le gustaban las papas fritas. No consigo precisar su cara y su nombre, pero aún en ese momento me parecía extraño. Niñez y papas fritas van juntas, como un sindicalista y su campera de cuero.
3 Comments:
Afortunadamente, yo tengo muy buena memoria, y suelo sorprender a esos ex compañeros de colegio con recuerdos de la ropa que tenían en tal día, o la comida que eligieron tal otro. Ellos me confirman muchas veces que efectivamente lo que les digo era así. ¿Pero y si no lo era? Piensan "Qué buena memoria que tiene este tipo", pero en el fondo ellos y yo estamos equivocados.
Ahora bien, en general me dicen que tengo buena memoria, que me acuerdo de pavadas sin valor, detalles increíbles, etc.
A veces me pregunto: ¿Por qué me acuerdo de ciertas cosas y no de otras? A veces recuerdo una corbata que tenía puesta un amigo un día de hace 20 años pero no el color de la camisa. ¿Por qué?
En el fondo, es una introspección un poco bizantina la mía, no sirve de gran cosa...
Marcelo, me gusta tu blog... y aunque parezca raro quisiera agradecerte porque, junto con otros como eblog, me sirvió como fuentes de inspiración para crear el mio propio: www.persecuciones.blogspot.com
Saludos
A mi me pasa algo peor, a vece creo acordarme de cosas que nunca hice. Estoy convencido mientras las cuento, hasta "recuerdo" ciertos detalles. Pero despues caigo que eso no me paso nunca. Lo mio es grabe jajajaja.
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