Sunday, May 07, 2006

Millás libre (no confundir con millaje)


Pongo a disposición de los bloggeros visitantes un textito del periodista y escritor Juan José Millás del diario El País de España (5 de mayo). A esta altura es evidente que es mi periódico favorito. Millás reivindica el texto corto como un escrito con mucha potencia y no como un mero espacio que debe ser llenado con la opinión del momento. La columna se llama Matrimonios y aquí va:

Los matrimonios entre las palabras son más sólidos que los del Hollywood actual. Echas un vistazo al periódico y ahí están, envejeciendo juntos, términos como uranio enriquecido, despliegue militar, memoria frágil, asignatura pendiente, banda armada, seguridad privada, gas natural, guardia civil, páginas amarillas, realidad nacional, inyección moral, consejero delegado, comunicado oficial, inflación anual... Inflación, por cierto, es bígama, pues se la ve mucho también con subyacente. No es el único caso, pero sí uno de los más activos: hay días en los que aparece copulando con anual en la primera página y con subyacente en la segunda, es que no para. En cualquier caso, sería muy de agradecer que todos estos matrimonios hicieran un intercambio de parejas para alumbrar uniones más estimulantes: militar frágil, guardia amarillo, uranio moral, memoria enriquecida, seguridad civil...Aunque no todos los matrimonios entre palabras son tan convencionales. Ayer encontré un trío: "Proyecto Gran Simio". Estos enlaces de tres palabras, sin ayuda de preposición o artículo que les ayude a articularse, constituyen rarezas muy interesantes. Proyecto Gran Simio. Sorprende la naturalidad con la que se pronuncia, la sencillez con la que sale de la boca, lo que quiere decir que los tres vocablos se llevan bien. Tal vez no se trate de un trío sexual, sino de una familia. Posiblemente, proyecto sea hijo de simio, que es a su vez cónyuge de gran. Ello explicaría la ausencia de conflicto. He aquí, en cualquier caso, un ejemplo de convivencia verbal del que, con la que está cayendo, deberíamos tomar nota.
Pero no es la única rareza con la que he tropezado esta semana. Así, entre los matrimonios convencionales, de sólo dos palabras, descubrí uno completamente nuevo, al menos para mí. Se trata de "inteligencia seductora". Di con él en la contraportada de La Vanguardia. Inteligencia venía metiéndose en la cama hasta ahora con voces tales como diabólica, emocional, aguda, incluso con militar, pese a la incompatibilidad aparente, pero jamás con seductora. Me gusta este nuevo maridaje, inteligencia seductora. Lo que hace falta es que pase de la gramática a la realidad. Y que sea para bien.

2 Comments:

Blogger Guillermo Schulmeier said...

¡¡¡Excelente!!! Empecé a seguir a Millás en su columna de los viernes hace un par de años y me hice un lector fanático hasta que El País empezó a restringir artículos y ofrecerlos sólo para suscriptores.

7:26 AM  
Blogger Maximiliano Galin said...

Uh! Yo me topé con la Inteligencia Intuitiva de Malcolm Gladwell, un apasionante libro. Blink, en inglés.
Los nuevos matrimonios siempre seducen más supongo.
Aguante la inventiva!!

12:54 AM  

Post a Comment

<< Home