Callao y Corrientes
Ayer estaba parado esperando el semáforo para cruzar Callao, en su cruce con Corrientes, justo enfrente de Zival's. Hacía rato que no andaba por ahí. Ya era de noche y mientras esperaba, mire para arriba y hacia adelante. De frente, en dirección al Obelisco. Mi memoria registró una de las imágenes más familiares de mi historia. Otra vez, como tantos cientos de veces, estaba ahí, en Callao y Corrientes, mirando para el lado del Obelisco. Traté de pensar en cuantas ocasiones estuve en esa posición. Cuántas veces ví y cuántas todavía veré el Obelisco como esas imagenes que de tan habituales, tan acostumbradas, dejan de tener el detalle de la curiosidad.
Ciertas palabras de Borges, imprecisas para mí en ese momento, me hicieron una avalancha en mi cabeza, como el relato de quien intenta contar los pájaros en el cielo para comprobar la existencia de Dios.
Por un instante tuve la confirmación de que soy de acá, acá vivo, seguramente aquí moriré y que Callao y Corrientes es para mí como para otro es Picadilly, para otro Times Square, para otro la Gran Vía o Providencia. Se abrió el semáforo y crucé. Pensar mucho no requiere de mucho tiempo.
Ciertas palabras de Borges, imprecisas para mí en ese momento, me hicieron una avalancha en mi cabeza, como el relato de quien intenta contar los pájaros en el cielo para comprobar la existencia de Dios.
Por un instante tuve la confirmación de que soy de acá, acá vivo, seguramente aquí moriré y que Callao y Corrientes es para mí como para otro es Picadilly, para otro Times Square, para otro la Gran Vía o Providencia. Se abrió el semáforo y crucé. Pensar mucho no requiere de mucho tiempo.
Labels: lugares, reflexiones
9 Comments:
Suerte que ningún hijo de puta te metió un bocinazo. No habrías encontrado tu origen de ser así.
Creo que por reflexiones como esta sigo viniendo cada tanto a chusmear tu blog..
Cuando veo el obelisco, me acuerdo, cuando era chica y lo miraba desde La Plata, por TV. Me parecía algo muy lejano. Hoy trabajo a 5 cuadras, se me hizo cotidiano verlo. Pero siempre que lo veo me lleva a esas imágenes.
Pasa en algun momento en que uno tiene como un flash de pertenencia a un sitio! Como que uno se dice.... pucha, yo soy de acá!!!
Muy bueno!!
vivo en ayacucho y corrientes... cuando voy para callao siempre pienso... que loco... tanta gente del pais que conoce al obelisco solo por fotos, como un icono de una nacion heterogénea, y yo como si fuese una cosas más en el paisaje.
Muy bien contado uno de esos momentos de epifanía ciudadana!
hola marcelo! estoy haciendo mi tesis sobre blogs y necesitaba hacerte unas preguntas sobre "ya dimos". este es uno de los blogs que elegi por su gran poder de convocatoria. es muy importante tu ayuda para mi trabajo final.
te dejo mi mail para que nos contactmos, gracias por tu tiempo!
eviys83@hotmail.com
saludos!
Hace poco por motivos que no vienen al caso, traje la camara de fotos al laburo (trabajo a 4 cuadras del Obelisco). Cuando iba cruzando la 9 de Julio a la altura del Teatro Colón, no se que se me dio por sacar la cámara y tomarle una foto al Obelisco. Mientras lo hacía me sentí, vaya a saber porque, observado por todo el mundo, como si supieran que soy porteño y se preguntaran "¿por qué le saca una foto al obelisco?". Algo que hacen cientos de turistas todos los días, a mi me hizo sentir observado. Hay gente que se lleva una foto del obelisco de recuerdo. Yo tengo hoy, una foto del obelisco... y la guardo de recuerdo.
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