Saturday, June 14, 2008

Padre de un millón de hijos

Veinte minutos corrieron del domingo del Día del Padre y ya había recibido dos sms con saludos y deseos de felicidad. Los días que se festejan, públicos o privados, ya son universales. Hasta hace no tanto (no sé exactamente cuando), los hijos saludaban a los padres en su día y quizás el saludo lo hacían extensivo el resto de los familiares.
Esta semana ya el del vestuario del club, el jueves, me deseó "Feliz Día el domingo..." y tardé unos segundos en darme cuenta a qué hacía referencia. Lejos estoy de quedar al margen de esta ola saludera: el sábado a la mañana me encontré deseándole feliz día al diariero.
Supongo que el resto del domingo me tendrá recibiendo deseos de felicidad por el día del padre que soy y de parte de gente que no son mis hijos. Es raro.

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